La clementina (planta híbrida entre la mandarina y la naranja silvestre de Argelia) es una fruta que debe su nombre a un monje llamado Climent, director del orfanato agrícola de Messerghin, en Argelia, quien la descubrió cuando se le ocurrió mezclar la mandarina con la naranja amarga.
Las principales variedades de clementinas son la ‘clementina fina’, la ‘hernandina’ y la ‘cleménula’. La recolección se efectúa cuando el índice de madurez alcanza los valores mínimos establecidos y el contenido en zumo sea el adecuado, dependiendo de la variedad. Se debe realizar en ausencia de rocío o niebla, y con alicates, sin tirones, para así evitar desprendimientos de la piel del fruto.
Las excelencias nutricionales de las naranjas, se conocen desde tiempos inmemoriales, así por ejemplo, el Dr. Gregorio Marañón en su “Elogio Médico de la Naranja”, ya pone estas cualidades de manifiesto, y desde entonces se suceden las publicaciones médicas y técnicas aportando nuevos datos sobre los beneficios de esta sobre la salud.
A continuación reseñaremos las principales características del zumo de naranja.
Elemento | Gr./100 gr. zumo |
Agua | 87.4 |
Azucares reductores | 5.2 |
Sacarosa | 4.7 |
Ácidos | 1 |
Sustancias nitrogenadas | 1 |
Lípidos | 0.33 |
M. seco | 0.37 |
En cuanto al contenido en vitamina del zumo de naranja, este aporta las siguientes cantidades:
Elemento | Mg./100 ml. zumo |
Vitamina C | 60 mg |
Vitamina B6 | 60 mg |
Tianina | 100 mg |
Riboflavina | 45 mg |
Biotina | 1 mg |
Ácido Pantoténico | 150 mg |
Niacina | 250 mg |
De todos es conocido el elevado contenido de Vitamina C de los cítricos,
que comparado con otras frutas ofrece los siguientes resultados:
Especie | Vitamina C (mg./100 gr) |
Naranja | 60 mg |
Fresa | 50 mg |
Melón | 33 mg |
Manzana | 8 mg |
Uva | 5 mg |
En resumen podemos decir que un vaso de zumo de naranja al día aporta:
Vitamina C: 100 mg (100% necesidades diarias). Vitamina
A, B1, B2, B6.
Minerales: Sodio, Potasio, Calcio, Magnesio, Hierro, Fósforo,
Azufre y Cloro.
Azucares: fructosa, glucosa y sacarosa
Aminoácidos, Flavonoides, Volátiles, Carotenoides, Enzimas y
Lípidos.
Además su contenido calórico es muy bajo, debido a su escaso contenido en hidratos de carbono, grasas y proteínas.
Todo este compendio de elementos imprescindibles para una buena salud, se traduce en innumerables beneficios para la misma, de modo que de forma natural y sin aportes de ningún tipo de medicamentos o productos sintéticos, el consumo habitual de zumo de naranja se traduce, según la Dra. Dña. Ana Haro García, de la Universidad de Granada, en:
• Refuerza las defensas del organismo y previene y combate los procesos
infecciosos de origen vírico o bacteriano. El consumo de naranja en
invierno previene resfriados y gripe.
• Mantiene las encías, los dientes y los huesos sanos. La naranja
es rica en calcio, magnesio, fósforo y vitamina C esenciales para el
buen mantenimiento y crecimiento de los huesos. Siendo muy recomendable para
la osteoporosis, raquitismo y en los períodos de crecimiento óseo.
• Mantiene la piel sana. La vitamina C ayuda a formar colágeno,
esencial para la epidermis.
• Impide la formación de coágulos y trombos el inhibir
la agregación plaquetaria, siendo muy útil en el tratamiento
y prevención de las enfermedades cardiovasculares.
• Ayuda a combatir la anemia. Su contenido en vitamina C favorece la
absorción de hierro por el organismo.
• Ejerce una acción antioxidante y evita el daño ocasionado
por los radicales libres causantes de enfermedades degenerativas como arteriosclerosis,
cáncer y el propio envejecimiento, así como las enfermedades
crónicas derivadas del tabaquismo. La naranja contiene cuatro antioxidantes
de gran eficacia que potencian mutuamente su acción como son la vitamina
C, la quercina, la provitamina A y el ácido fólico.
• Ayuda a normalizar los niveles altos de colesterol en sangre, debido
a la presencia de pectina (fibra soluble).
• Previene el estreñimiento y la atonía intestinal debido
a su contenido en fibra. Un vaso de zumo de naranja en ayunas es un remedio
muy eficaz contra el estreñimiento.
• Previene procesos alérgicos. En consumo diario de naranjas parece
prevenir la aparición de reacciones alérgicas como rinitis o
asma bronquial. Estudios científicos han demostrado una posible relación
entre unos elevados niveles de vitamina C en sangre y el menor riesgo de alergias.
• Contribuye a la curación de la gota. Facilita la disolución
y eliminación de los depósitos uratos causantes de la gota.
• Previene la aparición de algunos tipos de cáncer. La
acción combinada de vitamina C, los flavonoides y limonoides, puede
prevenir y frenar el desarrollo de tumores malignos siendo capaz de neutralizar
sustancias cancerígenas causantes de los procesos tumorales. De modo
que el Instituto Nacional de Cáncer de EEUU, achaca al consumo masivo
de zumo de naranja, la reducción de cánceres de estómago
en los últimos años.
Por todo ello, creemos que la ingesta diaria de zumo de naranja es muy importante para una alimentación saludable, así como para practicar una medicina preventiva de todo este tipo de dolencias anteriormente enumeradas.
Para 4 personas
6 mandarinas
9 cucharadas de azúcar
3 huevos
300 ml. de nata líquida
¼ de vaso de licor de mandarina
un poco de agua
un chorrito de zumo de limón
hojas de menta
un madroño
Pon 4 cucharadas de azúcar en una sartén, añade un chorrito de agua y unas gotas de zumo de limón. Pon al fuego y hierve hasta conseguir un caramelo oscuro. Baña un molde apto para el horno y reserva.
Exprime 4 de las mandarinas y reserva el zumo.
Ralla la parte externa de la piel de las mandarinas. Mezcla la ralladura con las otras 5 cucharadas de azúcar. Añade los huevos y bate con una varilla manual. Agrega el licor de mandarina, 100 ml. de nata y el zumo. Bate bien y vierte la mezcla sobre el molde caramelizado.
Cocínalo a baño María en el honro a 175-180ºC durante unos 25 minutos aproximadamente. Deja templar y desmoldalo.
Monta la nata con una batidora de varillas eléctrica. Introduce la nata montada en una manga pastelera. Pela las mandarinas que has rallado anteriormente, sepáralas en gajos y corta éstos por la mitad a lo largo. Adorna el flan con la nata montada y los gajos de naranja.
Para 4 personas
6 mandarinas
6 cucharadas de azúcar
4 huevos
½ vaso de aceite virgen extra
4 cucharadas de harina
hojas de menta
- Para la salsa de yogur:
1 yogur natural
2 cucharaditas de azúcar
1 cucharada de licor de moras
moras, frambuesas, grosellas
almendras tostadas picadas
Limpia las mandarinas. Ralla la piel de 4 sobre el azúcar. Pela
las mandarinas, córtalas por la mitad y colócalas en un vaso
batidor.
Agrega 4 cucharadas de azúcar aromatizado, los huevos y el aceite
y tritura con una batidora eléctrica. Incorpora la harina y sigue
batiendo. Cuela todo con un colador. Vierte la mezcla en moldes individuales
e introduce en el horno a 170-180ºC durante 15-20 minutos. Deja que
se enfríen.
Corta las otras 2 mandarinas en rodajas finas y ponlas a confitar
en una sartén con las otras 2 cucharadas de azúcar.
Mezcla el yogur con el azúcar el licor, unas grosellas, frambuesas
y moras. Desmolda los budines, acompaña con las mandarinas confitadas
y un poco de salsa de yogur espolvoreada con almendras picadas. Decora con
unas hojas de menta.
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